Para que esta realidad no sea nuestro futuro, debemos seguir trabajando. Las personas mayores no son una prioridad para el Estado. El Salvador no garantiza el cumplimiento de sus derechos. Para lograr una vejez digna para todos, debemos afrontar estos retos:
Incluir aportes estratégicos de la sociedad en la nueva ley
Consolidar una Pensión Básica y Universal para todos las personas mayores de 60 años. Además, reevaluar los montos de las pensiones.
Desarrollar un sistema de pensiones solidario y justo para todos
Diseñar un sistema de pensiones justo, equitativo, solidario, vitalicio y sostenible en el tiempo y que integre a los trabajadores informales.
Mayor financiamiento y presupuesto para políticas públicas
Lograr fondos suficientes para aplicar y operativizar la Convención Interamericana, el modelo de atención integral de salud y la política nacional del adulto mayor.
Desarrollo de una vivienda digna y adecuada para las PAM
Desarrollo de hábitat incluyente y sin barreras para los mayores de edad y personas con discapacidad en el país.
Aplicación e inclusión de las PAM en los planes de riesgo
Inclusión en los planes globales, regionales y nacionales, no solo como beneficiarios, sino como personas activas.
Lograr que los ODS no dejen atrás a las PAM
Asegurar que los programas para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluyen explícitamente a las personas mayores.
Propiciar mecanismos adecuados para el emprendimiento
Facilitar a través de programas el desarrollo de emprendimientos adecuados a su edad y características.
Dar atención a la salud mental de las personas mayores
Lograr una atención integral y actividades que contribuyan al bienestar emocional y mental de las personas mayores.